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A mí no me engañas
Con tus falacias, con tus palabras envenenadas

A mí no me engañas
Con tu sed de dinero, con tu avaricia contaminada

Vienes a comprar mi tierra, y se la compras a otros
Te adueñas de ella y la ensucias, con tus pisadas

No te tenemos miedo
En este atraco a mano armada que diriges
No te tenemos miedo
Aunque tengas el corazón podrido de petróleo

Tengo tanta rabia contenida que no sé como expulsarla
Si llamarte cerdo, si quemar tus cosas
O directamente abrirte la cabeza con una botella de tequila

Tengo tanta rabia contenida que se transforma en yagas
Se transforma en úlceras, se transforma en un sucio puñal

Un sucio puñal que me roza todos los días la cara
Un sucio puñal que no sé si me apunta o soy yo quien lo empuña

Tengo tanta rabia contenida, que te daría un abrazo y me quedaría contigo
Sólo para ver si desaparece, sólo para ver si así puedo desfogarme.